Pero no por ello lo íbamos a celebrar ¡Es Viernes Santo! mis compañeros de Junta de Gobierno todos a una, con una sonrisa, ilusión, atención… Aunque yo sabía de ese pellizco de dolor en el fondo de cada uno porque el trabajo inmenso de todo un año no se podría culminar, donde pasábamos de Hermandad a Cofradía, donde realizar con todos los Hermanos la Estación de Penitencia con nuestros Amantísimos Titulares.

El grupo joven, con Lucía Morillo a la cabeza, que sé que son los que más lo sufren en estas circunstancias, me dieron, nos dieron, un ejemplo impresionante durante toda la semana y en especial el Viernes, no faltó nadie desde que abrimos las puertas de nuestra sede, atendiendo con una sonrisa a todos los que se acercaban a la Parroquia, ellos que, con sus preguntas, dudas, ensayos… sabiendo lo que al final de la tarde podría pasar. No dudaron ni un minuto en estar todo el día junto a sus Titulares, ayudando en todo lo que podían.

A nuestro querido y amigo capataz D. David Alejo y su cuadrilla de cargadores, que estuvieron en todo momento a disposición de la Junta en el montaje unos días antes y desmontaje del paso esa misma noche del Viernes Santo. Y la gran colaboración en el Triduo y Función Principal de Instituto, quitando tiempo de estar con su familia para ayudar a la Hermandad en lo que necesitábamos.

A la fiscalía, mayordomía, tesorería, caridad, liturgia-formación, secretaria, vocalías, vestidor… y mi vice hermana mayor realizando una labor en todos los aspectos digno de admirar.

Y por supuesto a todos nuestros hermanos que en la tarde del Viernes Santo y después de comunicar la imposibilidad de realizar la Estación de Penitencia, no faltó nadie a la invitación y actos que tendríamos a la hora prevista de nuestra salida, con la Protestación de Fe y el rezo del Solemne Via Crucis acompañados de la capilla musical “Lignum Crucis” y con un recogimiento impresionante, como dan siempre nuestros hermanos. Parroquia llena de hermanos, amigos y comunidad parroquial.

A nuestro Director Espiritual y Párroco, el reverendo Padre D. Iván Llovet por su predisposición y ayuda. Y acompañando a la Hermandad en todo momento.

No me queda otra que dar las GRACIAS, por dar ejemplo de lo que somos, hermanos en Cristo, y como dije esa misma tarde, aunque no salimos a realizar nuestra Estación de Penitencia, no por ello celebramos el Viernes Santo, el día que el Señor entregó su cuerpo y derramó su sangre para el perdón de los pecados la salvación de los hombres la esperanza de la vida eterna y la cercana Resurrección.

Feliz Pascua a todos.

José Antonio Gómez Quirós
Hermano Mayor